Argentina se posiciona como un actor clave en el Triángulo del Litio, pero su verdadero potencial no reside sólo en las vastas reservas. La clave está en la energía limpia que impulsa la industria. Las inversiones estratégicas en infraestructura energética sustentable están redefiniendo el futuro del litio en el país.
En este artículo quiero contarte cómo a través de este modelo de negocio se marca la diferencia al conectar visión, inversión y sostenibilidad en el día a día.
La sustentabilidad como pilar del desarrollo litífero en el país
El país tiene hoy la oportunidad de definir cómo juega en el escenario global. La inversión, de Genneia de US$400 millones en Salta, demuestra el compromiso de Argentina con un desarrollo litífero responsable. Esta inversión financia una línea de interconexión eléctrica de alta tensión para abastecer a los principales proyectos de litio con energía renovable. La infraestructura está diseñada para soportar una producción anual de 150 mil toneladas de carbonato de litio, con una demanda energética estimada en 2,6 millones de MWh.
La decisión de integrar energías renovables al desarrollo del litio no es una casualidad. Representa una apuesta a la sustentabilidad a largo plazo, tanto ambiental como social y económica. Combinar inversiones de esta magnitud con el uso de fuentes limpias y la generación de empleo local cierra un círculo virtuoso. No se trata solo de abastecer a proyectos específicos; es una declaración clara: el crecimiento del sector no debe comprometer la responsabilidad.
Competitividad global con energía limpia
La producción de 150.000 toneladas de carbonato de litio anuales en el Salar del Hombre Muerto requerirá 2,6 millones de MWh de energía al año. Para satisfacer esta demanda, empresas como Genneia no solo construyen infraestructura de transmisión, sino que integran parques fotovoltaicos locales y aprovechan su capacidad instalada de 1,25 GW en renovables. Este modelo, replicado por YPF Luz y Central Puerto, reduce la huella de carbono hasta en un 40% en comparación con el uso de combustibles fósiles.
Esta apuesta tiene un doble objetivo estratégico:
- Competitividad global: El costo de la energía representa entre el 30% y 40% de los gastos operativos en la producción de litio. Acceder a energías renovables a precios menores a US$35/MWh (frente a los US$60-80 del diésel) posiciona a Argentina como un proveedor de litio verde de bajo costo.
- Alianzas internacionales: El respaldo de la Corporación Financiera Internacional (IFC) a proyectos como el de Central Puerto, con US$600 millones para transmisión renovable, valida este modelo y atrae a inversores interesados en criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
Infraestructura Energética: un multiplicador económico regional
Los proyectos en curso están transformando el panorama productivo del noroeste argentino:
- Salta: La línea de Genneia conectará el Salar del Hombre Muerto con la red nacional, beneficiando a proyectos clave como Mariana (Ganfeng) y Sal de Vida (Allkem).
- Catamarca: La interconexión de YPF Luz y Central Puerto abastecerá a Antofalla North (Albemarle) y Fiambalá.
- Jujuy: El Cluster Litio Jujeño ya utiliza un 80% de energía solar.
Este entramado no solo evita la fragmentación energética, sino que también genera empleo calificado. La construcción de la línea de 350 km en Salta creará 1.200 puestos de trabajo directos, y la operación requerirá técnicos especializados en mantenimiento de redes y gestión de energías renovables.
Sustentabilidad Integral: Más allá del CO₂
El modelo energético-litífero en Argentina aborda desafíos que trascienden lo ambiental:
- Gestión hídrica: La extracción directa de litio (DLE), utilizada en el 60% de los nuevos proyectos, reduce el consumo de agua en un 50% en comparación con la evaporación tradicional.
- Participación local: Empresas como Argentina Lithium & Energy implementan programas de formación técnica en Salta y Catamarca, capacitando a comunidades en la operación de plantas solares y la gestión de residuos.
- Marco regulatorio: El Régimen de Grandes Inversiones (RIGI) aplicado al proyecto de Genneia establece cláusulas de reinversión del 5% de las utilidades en infraestructura local, fomentando el desarrollo regional.
Sin embargo, persisten desafíos. La superposición de normas ESG entre empresas y gobiernos provinciales podría ralentizar proyectos si no se armonizan los estándares, como advierte un informe de Fundar.
Una matriz energética diversificada e integrada
La matriz energética de Argentina se fortalece con proyectos innovadores que integran el litio y las energías renovables, consolidando al país como un referente en la transición energética global.
Hidrógeno Verde
YPF Luz, junto a Posco, firmó un acuerdo para investigar la producción de hidrógeno verde en el NOA, utilizando excedentes de energía renovable. Este hidrógeno no solo servirá como combustible limpio para la minería, sino que también se destinará a la exportación y la producción de amoníaco verde, ampliando la oferta energética sostenible del país. Además, el consorcio H2AR, respaldado por YPF y CONICET, reúne a más de 50 empresas para impulsar el desarrollo del hidrógeno en Argentina, con miras a una estrategia nacional para 2030.
Almacenamiento Energético
Genneia avanza en la instalación de sistemas de almacenamiento en su parque solar Malargüe I, con el fin de estabilizar la red eléctrica ante la variabilidad de las energías renovables y las crecientes demandas del sector minero del litio. Esta infraestructura es esencial para garantizar un suministro eléctrico confiable en áreas mineras remotas.
Interconexión y Exportación de Energía
El proyecto conjunto de YPF Luz y Central Puerto para una línea de interconexión eléctrica en el NOA está en etapas avanzadas de planificación. Con una inversión estimada entre 250 y 400 millones de dólares, esta línea de hasta 350 km conectará las necesidades energéticas del sector minero y las comunidades locales al Sistema Argentino de Interconexión. Se prevé que la capacidad excedente alcance los 400 MW para 2026, facilitando la exportación de energía limpia a Chile y posicionando a Argentina como un exportador regional de energía renovable.
Crecimiento en Proyectos Renovables
El 78% de los proyectos de litio priorizan el uso de energías limpias, un notable aumento respecto al 45% de 2020. El mercado renovable argentino sigue en expansión, con iniciativas como el parque eólico Los Teros de YPF Luz en Buenos Aires y un nuevo parque eólico de 155 MW en Córdoba.
Estos desarrollos no solo posicionan a Argentina como un exportador de litio, sino también como un actor clave en la transición energética global, con una matriz cada vez más diversificada y sostenible.
Desafíos y oportunidades: una mirada hacia el futuro
Para escalar este modelo, Argentina necesita:
- Coordinación público-privada: Unificar los 23 regímenes provinciales de promoción minera en una política federal, como propone el Foro de Litio Argentino.
- Tecnología local: Desarrollar proveedores nacionales de equipos para energías renovables (inversores, transformadores), que hoy se importan en un 85%.
- Financiamiento verde: Bonos vinculados a métricas ESG, como los emitidos por Genneia, podrían movilizar US$2.000 millones adicionales hacia 2030.
La próxima frontera es la economía circular: recuperar el 95% del litio de baterías usadas y convertir salmueras residuales en cloruro de potasio, reduciendo residuos en un 30%.
En nuestro país este caso demuestra que la minería del litio puede ser un motor de desarrollo integral. Al priorizar energías renovables, generar encadenamientos productivos y fomentar el diálogo comunitario, Argentina no solo satisface la demanda global de baterías, sino que construye un paradigma de minería sustentable. El éxito dependerá de mantener un equilibrio entre la escala industrial, la innovación tecnológica y la justicia social, un desafío tan complejo como prometedor.
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