El modelo “Farming as a Service” (FaaS) está ganando tracción en el agro. No es solo una moda pasajera. De hecho, ya empieza a cambiar la manera en que se piensa la operación en el campo.
¿Qué significa esto, en la práctica? Hoy el productor puede contratar tecnología y servicios. Lo hace sin necesidad de grandes inversiones iniciales. En vez de comprar maquinaria, sistemas o herramientas (y cargar con ese costo fijo), puede pagar por uso o suscribirse. Tecnología que antes parecía lejana hoy queda al alcance de todos. Hablamos de monitoreo con IoT, robótica, softwares de gestión, servicios de siembra y cosecha. Esto incluye a grandes empresas, cooperativas, productores chicos y nuevos actores que estaban fuera del juego.
Esta modalidad se vuelve aún más relevante en contextos volátiles. Allí, el factor adaptación es cada vez más importante. Fintechs, startups y plataformas híbridas empiezan a sumar flexibilidad y otra lógica de gestión día a día. Lo interesante es que bajan las barreras de entrada y aparecen nuevos jugadores en el ecosistema.
El Desafío de Proteger Nuevas Inversiones
Ahora, el avance viene con una pregunta que está apenas empezando a discutirse: cómo se protegen esas inversiones y relaciones. Ya no es solo asegurar una máquina. Actualmente, hay que pensar en datos, contratos y acuerdos con proveedores. El esquema tradicional de seguro queda chico frente a todo esto.
El futuro del agro no es promesa: ya se está escribiendo. FaaS marca el inicio de una nueva lógica para quienes buscan crecer sin quedar atrás.
Comparto links sobre el tema aquí.
- Spherical Insights – Informe Completo: Tendencias y Análisis del Mercado de Farming as a Service
- Linkewire – Proyección de Crecimiento: El Mercado FaaS Alcanzará los 14.630 Millones para 2032
- BusinessWire / ResearchAndMarkets – Análisis FaaS (9.500 Millones): Impulso por IoT, IA/ML y Agritech Startups