El uso de drones en la agricultura está dejando de ser una promesa para convertirse en una realidad que ya está tomando fuerza en el país.
En 2023 se importaron cerca de 90 drones aplicadores. Para agosto de 2024, ya sumaban 600. De hecho, las proyecciones para fin de 2025 anticipan más de 2.000 equipos operando en el país. Firmas como DJI y XAG están liderando el mercado local.
Ventajas de los drones aplicadores en el campo
Pero, aunque las ventajas son claras, las limitaciones también lo son. Los drones ofrecen una gran versatilidad. Esto permite aplicar tratamientos en zonas inaccesibles. Además, lo hacen con mayor precisión y menor impacto ambiental. Esto puede marcar una gran diferencia en la agricultura intensiva, especialmente en los terrenos difíciles. También reducen el pisoteo del suelo. Así, evitan que el tránsito excesivo de maquinaria afecte el rendimiento de los cultivos.
Desafíos y el frenazo regulatorio
Sin embargo, el uso de drones en la agricultura presenta también algunos desafíos. Por un lado, tienen autonomía limitada de las baterías y dificultad para aplicar ciertas formulaciones. Por otro lado, el principal reto es el marco regulatorio.
En Argentina, el gobierno actualizó las regulaciones para vehículos aéreos no tripulados (VANT). A pesar de esto, todavía no se permite la aplicación de fitosanitarios con drones debido a la falta de un marco específico de SENASA. Este vacío regulatorio está generando incertidumbre. No obstante, también representa una oportunidad para el sector, especialmente para las empresas que logren adaptarse a tiempo.
La clave está en encontrar un equilibrio entre los avances tecnológicos y las normativas. Esto debe garantizar la seguridad y la eficacia de la aplicación. Los drones pueden complementar la tecnología existente. Pero para que esto sea posible, se deben adaptar las regulaciones. Además, se debe garantizar que las aplicaciones sean tan efectivas y seguras como las que se realizan con otros métodos tradicionales.
¿Cómo ven este tema? Seguramente con el incremento de uso de tecnología en el campo vayan surgiendo nuevos desafíos. Es bueno que podamos poner sobre la mesa estas conversaciones acerca de la actualidad del país.